Ahorro, capacitación y cabras lecheras para un futuro mejor
En nuestro blog de hoy, os compartimos 3 historias de éxito de mujeres etíopes que, gracias a los Grupos de Ahorro y Aterrizaje Interno (SICL, siglas en inglés), han mejorado su salud, economía y calidad de vida.
Los SICL son grupos informales comunitarios de autoayuda donde sus miembros, en su mayoría mujeres, ahorran en conjunto y pueden acceder a préstamos. Esto no solo fomenta una cultura de ahorro, sino que también fortalece los lazos sociales entre las comunidades. A día de hoy, existen 45 grupos SICL con un total de 1.310 miembros activos.
Desde 2019, uno de los programas más importantes del SICL ha sido la distribución de cabras lecheras y la capacitación en su crianza y ordeño. Muchas mujeres rurales desconocían las ventajas del consumo de leche de cabra, por lo que se les ofreció formación sobre los beneficios de esta leche para la salud, la selección de cabras, el rol del agua en la producción láctea, la construcción de espacios adecuados para el ganado y los pasos para elaborar queso.
La capacitación fue impartida aun total de 512 mujeres rurales por expertos profesionales en ganadería en el salón del Centro Kidist Mariam. Se les proporcionaron dos cabras locales para mejorar sus medios de vida, fomentar la propiedad, mejorar los ingresos de las mujeres a través de la producción ganadera y mejorar la inseguridad alimentaria.
La implantación de este proyecto ha impactado de manera exitosa en la vida de muchas mujeres.
Shasho Nabi, Chaltu Tefa y Kachine Gudeta, de entre 40 y 50 años, debido a sus circunstancias, enfrentaban serias dificultades económicas. Shasho, casada y con dos hijos, viene de un entorno con escasos recursos. Chaltu, con ocho hijos, dependía únicamente del ingreso de su esposo. Kachine, viuda, cría sola a sus nueve hijos.
Estas mujeres se unieron a grupos de ahorro compuestos por entre 25-30 personas y, gracias a los préstamos iniciales de entre 300 y 500 birr (entre 5 y 10 euros), pudieron emprender un pequeño negocio vendiendo huevos. Más adelante, cada una recibió dos cabras y, tras recibir capacitación, comenzaron a producir leche para autoconsumo. Al ir aumentando su producción conforme nacían más cabras, pudieron vender la leche en los mercados locales. También pudieron vender los machos cabríos, logrando ingresos que han transformado sus vidas: reconstruyeron sus hogares, pudieron enviar a sus hijos a la escuela y adquirir herramientas de trabajo como burros y carretas para transportar otros materiales con los que trabajan a diario.
El impacto de la independencia financiera de estas mujeres ha sido muy inspirador y ha generado que más mujeres de la comunidad hayan decidido unirse a estos grupos de ahorro y formar parte del proyecto.
Estas Navidades, te invitamos a apoyar a mujeres como Shasho, Chaltu y Kachine a través de nuestra campaña, que lanzaremos dentro de poco, con el objetivo de que 100 mujeres puedan recibir 200 cabras y comenzar a construir un futuro mejor para ellas y sus familias.
¡Únete a la campaña "Esta Navidad, camellos, renos y ... ¡cabras lecheras!" y forma parte del cambio!