Muchos de los jóvenes, niñas y niños se sienten orgullosos de sus llamas y cuentan a los pobladores vecinos que sus llamas son el resultado de mucho trabajo y sacrificio. La experiencia ha sido muy positiva.

De la calle a un hogar, gracias a Casa San José

Bolivia

Oct 21, 2019

De la calle a un hogar, gracias a Casa San José

En el año 2004 se inaugura Casa San José en Cochabamba, Bolivia, una casa de acogida temporal de menores en situación de calle.

Nuestro objetivo en Casa San José es la reintegración familiar de estos niños y adolescentes que, por diversas razones, han encontrado en la calle un lugar para vivir.

Para celebrar los 15 años que han pasado desde entonces, os queremos contar el día a día de Mario, un pequeño de 9 años que un día llegó a Casa San José, después de un tiempo viviendo en la calle, y, por fin, ha podido volver con su familia, encontrando un hogar en casa de su tía.

Cada día es importante para que los niños como Mario tenga una oportunidad.

DÍA 1

Mario llama tímidamente al timbre de la puerta y Don Alberto, el vigilante, le hace pasar.

Le recibe Ángela, que le da la bienvenida a la casa y le enseña las instalaciones. Mario acaba el día aseado, después de una buena ducha, con ropa limpia, habiendo comido y cenado con sus nuevos compañeros y sabiendo que una cama de verdad le espera para descansar. Esa noche durmió tranquilo sabiéndose a salvo de los peligros e incertidumbres de la calle.

Ese mismo día, desde Casa San José se contactó con la Defensoría de la Niñez para reportar el ingreso del niño en la Casa. A partir de ahí se abre un expediente que pasa a manos de las Jueces del Menor.

DÍA 2

Las educadoras han empezado a hablar con Mario. Hay que conocer su historia para saber de dónde viene, qué parientes tiene, cuál ha sido el problema que le ha hecho irse de casa para vivir en la calle con tan solo 6 años.

Los primeros 7 días son importantes para ir evaluando la situación de Mario, el equipo de psicología valora su situación para realizar un plan de intervención a medida. Cada niño es un mundo y carga una mochila diferente, así que cada uno necesita un plan único.

Las educadoras empiezan a involucrar a Mario en el funcionamiento de la casa y ayudándole a expresar su experiencia y frustraciones mediante los talleres de pintura, expresión corporal, horticultura, música, etc. Todos estos talleres forman parte de un método de intervención asentando durante estos 15 años, que permiten al niño expresar sentimientos y vivencias que muchas veces no pueden verbalizar.

DÍA 7

Mario empieza a estar más desinhibido y ya se siente parte del grupo de niños y adolescentes de Casa San José. La trabajadora social ha estado observándole y compartiendo impresiones con el resto del equipo. También ha revisado las listas de desaparecidos de la Policía, pero no hay rastro de familiares que estén buscando a Mario, así que emprende su trabajo.

Empieza a jugar con él para obtener información que le permita encontrar a sus parientes más cercanos (quizá su madre o su padre). Poco después, Mario le cuenta que es de La Paz, a 387 km. de distancia, que aún no sabemos cómo Mario ha recorrido. A partir de esa información, la trabajadora va tratando de tejer la historia de Mario para trabajar sobre ella.

DÍA 10

Mario ha descubierto que le encanta pintar, le fascinan las mesas decoradas por antiguos habitantes de la casa que hay en el salón de pintura. Con el pincel y los lápices es capaz de contarnos su vida. Cómo su madre, que vivía con otro señor, le pegaba para que éste no se molestara por el ruido que hacía. Cómo sus hermanos también se fueron a la calle. Cómo se sintió solo y desprotegido … Una noche le acaba contando a Pelagia, educadora del centro, que después de que su hermano se fuera se sintió muy solo y decidió salir a buscarlo.

Encontró a otro grupo de niños en la calle y empezó a pasar tiempo con ellos, dormían donde podían e incluso algún día intentó regresar a su casa, pero las palizas fueron peores que vivir a la intemperie, así que decidió dejar su ciudad natal.

Y casi sin saber cómo llegó a Cochambamba. Un camionero que le llevó una parte del camino, pero no tenemos claro el itinerario. Sabemos que ha limpiado botas, ha comida restos de basura, ha mendigado en las calles e incluso ha sido autor de algún hurto de fruta en un puesto del mercado.

DÍA 17

Pelagia aprovecha sus conversaciones después de cenar para obtener más información sobre sus padres. Tenemos nombres, pero no sabemos dónde viven en la ciudad de la Paz. Mario no recuerda el nombre de su calle o de su barrio. No es capaz de darnos un punto de referencia del cual partir para poder iniciar la búsqueda y, más de un mes después de su salida del hogar, nadie ha reportado su desaparición.

DÍA 20

Es viernes y el equipo se reúne para evaluar la semana y analizar el avance de cada uno de los niños y adolescentes que hay en la Casa San José. Cuando hablan de Mario todo el equipo está de acuerdo en invertir más recursos en la búsqueda de los padres. Nuestro objetivo es la reinserción familiar de los niños y, por lo tanto, hay que buscar a los padres para empezar a valorar las posibilidades de que eso suceda. Al mismo tiempo, se va construyendo un árbol familiar para analizar las capacidades, disponibilidad e idoneidad del resto de la familia cercana.

Como Pelagia es de La Paz, deciden que ella viajará a la ciudad con el niño para ver si, moviéndose por la ciudad, Mario recuerda una calle, una esquina, algún dato que les pueda dar una pista. Salen esa misma noche en autobús.

DÍA 22

Pelagia vuelve con buenas noticias. Han encontrado a la madre. Tan solo un rato después de llegar a La Paz, Mario empezó a reconocer alguna calle y consiguió llegar a su casa. Pelagia ha recogido toda la información que ha podido y, en el autobús de regreso, ha trazado un esquema del árbol familiar.

DÍA 30

Después de un segundo viaje a La Paz, la trabajadora social del equipo hace un informe negativo sobre la idoneidad de la madre para cuidar y tutelar a su hijo. Es una historia complicada que no toca contar en estas líneas, pero tras una consulta con las Jueces del Menor se decide proseguir con la búsqueda de alternativas familiares para la reinserción.

DÍA 32

Se contacta con una tía de Mario, que vive en Sacaba. Ángela, otra de las educadoras del equipo, viaja a Sacaba para hablar con ella y exponerle la situación de Mario. Marta, la tía de Mario está impactada por la historia. Hace años que no tiene contacto con su hermana y no sabía nada de su sobrino. Nos cuenta que la madre de Mario empezó a tontear con el alcohol siendo adolescente y hace tiempo que dejó de estar en contacto con la familia. Marta está casada y tiene dos niños, su hogar es humilde pero limpio y acogedor.

DÍA 50

Después de que Marta y Santiago, su marido, aceptaran hacerse cargo de Mario, se empezó a trabajar con ellos. Por una parte, propiciando el reencuentro de Marta con Mario, su sobrino, que casi no se conocen; y, por otra, trabajando junto a Mario su integración en esta nueva familia que para él es casi desconocida. Marta y Santiago han viajado ya un par de veces a Cochabamba, donde está la Casa San José. Están participando cada semana en la “Escuela de Familias”. Es un taller que organizamos con los padres o los familiares que acogerán de nuevo al niño y que quiere ayudarles en el complejo proceso educativo de los menores.

Tienen muy buena actitud, están poniendo todo su empeño en conectar con Mario. Mario ha empezado a encariñarse con su tía y quiere conocer más sobre su vida, su casa, sus primos…

DÍA 65

El pequeño Mario ha tenido una evolución muy buena en la casa, y el informe del equipo recomienda empezar los trámites judiciales para su reintegración, con el objetivo de no alargar su estancia en la Casa más allá de lo necesario.

Así pues, Mario se reúne con las jueces del menor, que valorarán las opciones de reintegración del pequeño. Tras haber leído los informes de Casa San José, ven una vía abierta para la reintegración familiar. Para él es un día complicado, le impresiona mucho pensar que va a hablar con una juez y que lo que él diga será importante para su futuro a partir de ahora. Nadie le había tomado tan en serio antes. A pesar de que está preparado para la entrevista, le sigue causando respecto. Mario sale de la entrevista con una sonrisa de oreja a oreja, una piruleta en la mano y el compromiso por parte de la juez de que podrá ir a vivir con su tía tan pronto como Marta y su marido reúnan todos los requisitos legales para ello.

DÍA 85

El proceso está llegando a su fin, Marta y Santiago han cumplido con todos los requisitos judiciales para ser los tutores de Mario. Han participado en todas las sesiones de la Escuela de Familias con muy buena actitud. Tras la última entrevista con las autoridades, se da el visto bueno para que Mario se vaya a vivir al que a partir de ahora será su nuevo hogar.

DÍA 87

Mario sale por la puerta de la mano de Marta. Se va con lágrimas de tristeza de dejar a sus amigos en Casa San José y de emoción de imaginar lo que le espera en su nuevo hogar junto a sus tíos. Está contento y el equipo de Casa San José también.

Cada vez que un niño sale por la puerta camino a su casa la misión de Casa San José se cumple y eso llena de alegría a todo el equipo.

DÍA 97

Hemos hablado cada día con Marta, todo está funcionando según lo esperado, aunque en la escuela están teniendo problemas. Mario está retrasado en el plan educativo y muestra problemas de adaptación. Hoy toca visita de seguimiento, así que Ángela se desplaza a Sacaba para visitar a la familia y acompaña a Marta a visitar al director de la escuela. Juntos trazan un plan para facilitar la integración de Mario en clase a estas alturas del curso.

DÍA 187

Tres meses después de la reinserción, Pelagia es la encargada esta vez de hacer la visita a la casa de Marta y Santiago. Cuando regresa a Casa San José la notamos contenta y triste a la vez. Mario no le ha hecho demasiado caso cuando ha llegado, estaba jugando feliz con los que ahora son ya sus hermanos.

Marta y Santiago están satisfechos con la decisión que tomaron respecto a Mario. Han valido la pena los desvelos y los viajes a Cochabamba. Marta cree que es lo mejor que puede hacer por su hermana, cuidar a su sobrino Mario como si de su hijo propio se tratara.

Mario es uno de los 2006 menores que han pasado durante estos 15 años por Casa San José. Actualmente estamos trabajando con 16 niños. En sus historias, como en la de Mario, cada día es clave para poder garantizar su derecho a un hogar.

¡Contamos contigo para conseguirlo!

Haz clic aquí para participar en el reto de sumar días por el derecho a un hogar.

Mario es un nombre ficticio que hemos empleado para presentar una de las muchas historias de los niños y adolescentes de Casa San José.