Donde la menstruación es un obstáculo
En el sistema socioeconómico y competitivo en el que vivimos, que marca nuestras vidas de forma irremediable, las mujeres, simplemente por el hecho de serlo, nos enfrentamos a desafíos adicionales.
Una característica común de prácticamente todas las mujeres es la experiencia mensual de la menstruación, que a menudo lleva consigo síntomas de cansancio, dolores abdominales, malhumor y susceptibilidad, además de, obviamente, las molestias del sangrando. En algunos países las mujeres podemos manejar los dolores y molestias con medicamentos, compresas, tampones, etc. Eso sí, a un coste nada despreciable, incluyendo los impuestos porque ya sabemos que ser mujer comporta un coste agregado. De esta manera, podemos estar al nivel competitivo que exige nuestra sociedad.
Pero si en países desarrollados como España, la experiencia de la regla puede representar un desafío, en países en vías de desarrollo, marca el presente y el futuro de muchas mujeres. En Etiopía, donde estamos trabajando desde hace años en la zona de Meki, muchas estudiantes adolescentes enfrentan la menstruación sin acceso a productos sanitarios adecuados ni a medicamentos para aliviar el dolor. Esto resulta en ausencias frecuentes a clase o exámenes, afectando negativamente su educación y desarrollo académico y, por tanto, su futuro.
Y no son solo factores biológicos. El tema de la menstruación es en muchas comunidades un tema tabú del cual no se habla y conlleva sentimientos de vergüenza y culpabilidad. De entre la multitud de desafíos a los que se enfrentan los países en vías de desarrollo. ¿Cuántas veces escuchamos los problemas relacionados con la menstruación?
En Sendera, queremos que se conozcan y, sobre todo, actuar para que la menstruación deje de ser una barrera para la educación, la salud y el desarrollo de las jóvenes. Por eso, este verano te invitamos a participar en “Aulas por la Salud y la Igualdad: rompiendo barreras contra la pobreza menstrual”.
El proyecto "Aulas por la Salud y la Igualdad", implementado en escuelas de Meki, busca abordar este problema directamente. Además de educar a más de 2.600 alumnos y alumnas sobre salud y derechos humanos, se enfoca en reducir la desigualdad y las ausencias escolares debido a la menstruación. Para ello se han establecido los "Girls’Clubs" en las escuelas, grupos donde las adolescentes se reúnen con una maestra líder para debatir y compartir temas de salud femenina, derechos y discriminación de género. Estos clubes no solo educan, sino que también fortalecen la autoestima de las chicas y las capacitan para enfrentar los desafíos asociados con la menstruación y el ser mujer.
Una iniciativa clave de estos clubes es la distribución de kits menstruales, compuestos por unas braguitas, una compresa de tela, cuatro pañitos y una pastilla de jabón. Dado el alto costo y la escasez de productos desechables en áreas rurales, tener acceso a estos kits menstruales permite a las adolescentes seguir yendo a la escuela, también en los días de su menstruación. Además, se les proporciona orientación sobre higiene femenina y acceso a medicamentos cuando sea necesario, facilitando su participación continua en la educación.
Este enfoque integral no solo busca resolver un problema inmediato, sino empoderar a las jóvenes para que puedan enfrentar los desafíos escolares y alcanzar sus metas académicas sin las barreras (económicas y culturales) impuestas por la menstruación. Es un paso importante hacia la igualdad de oportunidades y una vida digna para todas las mujeres, sin importar su ubicación geográfica o situación socioeconómica.
Si quieres contribuir a hacerlo posible, infórmate y participa en “Aulas por la Salud y la Igualdad: rompiendo barreras contra la pobreza menstrual”. Desde 60€, puedes entregar 5 kits menstruales a las jóvenes de Meki, ¡o la cantidad que tú decidas!
