Una ducha después de la escuela
Algo ha cambiado en Independencia en los últimos años, cada vez se ven más tejaditos verdes junto a las casas que se reparten por su montañoso paisaje. Y estos tejados indican que cada vez más hogares tienen un baño digno, con WC, grifo, ¡y ducha!
En este Día Mundial del Agua 2023, os hablamos sobre estas duchas y cómo están contribuyendo a mejorar la higiene y, por lo tanto, la salud de las familias con las que trabajamos.
En las comunidades rurales del municipio de Independencia, en Bolivia, la costumbre es que los sábados sean el “día del baño”. Este es un hábito asentado, principalmente, por la falta de agua corriente, limpia y potable en los hogares.
Los sábados se va a recoger el agua a los reservorios o ríos más cercanos en la montaña -si hay suerte y la sequía no los ha secado- y se acarrea hasta casa, un trabajo duro que suelen realizar las mujeres y niñas. Allí, las mujeres -una vez más, encargadas de estas labores de cuidados, que tan poco reconocimiento reciben-, disponen un gran caldero en el que se calienta el agua. Los miembros de la familia van turnándose para asearse en el patio de la casa, rápidamente para que el agua llegue para todos.
Esto está cambiando desde hace un tiempo. Sendera, y su contraparte local, la Comunidad de San Pablo, junto a otras entidades solidarias, como el Ayuntamiento de Málaga, están apoyando a estas familias con la construcción de baños dignos, fabricados de piedra, cemento y su distintivo tejado de chapa verde. En 2022 construimos 45 de estas instalaciones sanitarias, y esperamos que pronto sean muchas más.
Para las personas adultas, puede que esto no cambie su costumbre de asearse los sábados (o sí), pero para los más jóvenes de la zona, el ritual de la ducha ya se ha convertido en una nueva costumbre, además de un momento de juego y disfrute entre pompas de jabón.
El silencio que reina habitualmente en las comunidades de Independencia, donde las casas se encuentran muy distanciadas entre sí y solo se escucha alguna moto o vaca pastando, se rompe ahora en la tarde con las risas de los niños y las niñas, en su ducha de cada día. Nada más llegar de la escuela, cansados después de recorrer largas distancias, van directos hacia los baños para disfrutar de una buena ducha de agua caliente. También se puede escuchar el enfado de alguna abuela, incrédula ante esta nueva costumbre y que urge a sus nietos/as a cerrar el grifo.
Con la mejora del acceso a servicios de agua y saneamiento está mejorando la higiene y, por lo tanto, también la salud de estas familias porque estos nuevos hábitos, como la ducha o el lavado de manos, contribuyen a prevenir numerosas enfermedades. Además la construcción de baños también favorece el cuidado del medio ambiente, al reducir la defecación al aire libre. Si quieres saber más sobre los proyectos de Sendera en Bolivia, haz clic aquí.
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